JUSTOS E IMPÍOS
Bahá'u'lláh exhorta a sus seguidores a eludir la asociación con el Impío. He notado que este exhortación ha sido entendida como una referencia a aquellas personas cuyas ideas heterodoxas chocan con los conceptos e ideas generalizadas, y con esta comprensión se hacen calificaciones sobre deslealtad a la Alianza, disidencia, etc. Sin embargo, la diversidad de perspectivas teológicas no son sino una característica de la comunidad bahá'í que no debe ser ni reprimida ni desalentada. Uno de los elementos de esta ecuación es la creencia de que en la Fe Bahá'í la interpretación es una práctica prohibida, partiendo de la aceptación de que 'Abdu'l-Bahá es el Intérprete Infalible de la Palabra Revelada por Su Padre. Sin embargo, una lectura de textos que complementan la comprensión de este asunto hace claro que la interpretación es una práctica que se permite ejercer de manera libre y abierta, con la condición de que tengamos presente que las conclusiones a las que arribamos no son vinculantes para los demás, y ni siquiera para uno mismo a través del tiempo, pues las comprensiones personales irán variando mientras uno medita más y más las fuentes autoritativas.
Siendo así que las ideas diferentes no constituyen perfecta señal de impiedad, entonces ¿A quien hay que evitar? ¿Cómo reconocer a un Impío? Bahá'u'lláh expone las consecuencias de la asociación con el impío. Él escribió:
"La asociación con los impíos aumenta la tristeza"
"tal compañía cambia la luz del corazón en fuego infernal."
En los Escritos bahá'ís el 'infierno' es una expresión metafórica para representar la lejanía de Dios. Este mismo infierno es el hogar de satanás, el insistente yo, por cuya satisfacción se sacrifica todo; así la alegría se deja de lado para dar paso a la tristeza, por cuanto no hay nada en este mundo que pueda finalmente satisfacer el apetito del ego humano.
Apartarse ciegamente de personas con ideas diferentes a las nuestras por razón de esas diferencias, sería una señal de egolatría que en pocas palabras dice "todo el que esté en desacuerdo conmigo es un impío". En este caso ¿Quién está siendo consumido por el fuego infernal?
Como contraposición al Impío, Bahá'u'lláh presenta al Justo; alienta a los creyentes a buscar ser compañeros de los justos y atesorar dicha compañía. Estos Justos son los amados de Dios y Sus elegidos, quienes han bebido de manos del Copero inmortal la copa de la vida eterna.
También en este caso, se reconoce a los Justos por las consecuencias de la asociación con ellos. No por su verbo o erudición, sino por las percepciones subjetivas del corazón:
"(...) la compañía de los justos limpia de herrumbre el corazón"
Entiendo que la herrumbre, tal como con el metal, tiene dos consecuencias principales y directas en el corazón:
1- Lo consume, disminuyendo su fuerza, y
2- Lo hace opaco, incapaz de reflejar la luz.
La compañía del Justo viene entonces a fortalecernos para acercarnos a Dios y nos ayuda a reflejar su Luz. Pero lo único que realmente puede efectuar esa transformación en el corazón humano es el amor de Dios, entonces el Justo es alguien que está inundado de ese amor, a tal punto que su brillo espiritual limpia el corazón de sus semejantes.
Tanto con Justos como con Impíos, identificar las características viene por asociación directa, Bahá'u'lláh lo ha situado de este modo, quitando del camino los prejuicios que anatematizan o exaltan pueblos, razas, convicciones, religiones, etc.
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